lunes, 23 de mayo de 2011

Reseña El olvido que Seremos.

El olvido Que Seremos-2006- Héctor Abad Faciolince, Editorial Planeta Colombiana S.A

Héctor Abad Faciolince. Escritor y periodista Colombiano, Nació en Medellin en 1958. Inició estudios de medicina, filosofía y periodismo en su ciudad natal, ninguno concluido. Finalmente estudió lenguas y literaturas modernas en la Universidad de Turín. Se desempeñó como columnista de la revista semana, hasta abril de 2008 y a partir de mayo de ese mismo año se reintegró al ahora diario El espectador como columnista y asesor editorial.

El olvido que seremos es un  homenaje que Abad le hace al héroe de su vida, su padre, estructurando el libro de la siguiente manera:
Inicio.  Abad empieza contando acerca del cariño que él sentía por su papá. Al padre generoso, compasivo y tolerante, al médico humanista.
Nudo.  Nos relata  el desgarrado y duro fallecimiento de Marta (su hermana) a los dieciséis años, y después  el terrible asesinato del padre. 
La historia también nos cuenta la terrible época que vivía el país con   miles y miles de desaparecidos, torturados, asesinados (el país más violento del mundo). Señalando  el cruel conflicto político y religioso.
Desenlace. El libro no  lleva una cronología bien fomentada; ya que el autor se devuelve  a otras épocas para que la historia sea más creíble.
Nos cuenta los años duros por los que tuvo que pasar, y después nos vuelve a contar acerca de la muerte de su papa, este es un ejemplo de su cronología.
Relata sobre el discurso que dio, y como este fue un símbolo de derrota, haciendo un duro análisis de sus muchas cobardías, culpas, limitaciones y carencias, lamentando su pasividad.

La intención del autor en este libro es básicamente conmemorar la memoria de su padre y mostrar a través de la historia la injusticia que se cometió con su asesinato. El autor cuenta la historia de las hazañas de su padre  y los sucesos ocurridos en su entorno familiar como la muerte de su hermana Marta. El Autor afirma apoyar la causa de su padre y durante todo el libro nos hace reflexionar sobre como la sociedad se deja llevar de una simple apariencia apoyando para que los ricos sean más ricos, nos muestra la importancia del sentido de la solidaridad y por supuesto el seguir apoyando la idea de ayudar a la gente.

En los primeros capítulos del libro Héctor Abad nos narra y explica porque era el amor tan grande que sentía por su padre ya que su que su papá le enseño a ser persona y lo crio con el amor más grande. El autor describe su cariño con fervor y dice: “Yo amaba a mi papá con un amor animal”, la vida de Héctor fue una vida llena de comodidades y su familia estaba conformada por 5 hermanas su mamá y su papá, pero habla de la preferencia de su papá hacia él y sus años de infancia que solo eran felices gracias a que su papá existía y le brindaba mucha confianza en sí mismo llegando a ser el amor de su padre su punto de partida y de llegada. Empieza a contar el porqué de los problemas políticos de su padre y de los años en que desarrollo su carrera como profesor que se complico cada vez más y que lo llevo a tomar unas licencias donde se ausentaba y salía fuera del país aunque eso nunca fue suficiente para calmar las acusaciones y las infamias hacia él; Héctor cuenta como la ausencia de su papá lo debilitaba y quedaba expuesto a todo el catolicismo de su casa, pero todo se solucionaba cuando el llegaba era de extrema felicidad y se respiraba un ambiente de armonía en su casa porque además su padre siempre tuvo una excelente relación con su mamá aunque sus creencias eran diferentes.

Abad nos cuenta que su papa era una persona que casi siempre estaba feliz, y recuerda de una manera muy especial el viaje familiar a Cartagena y como después de este fabuloso viaje, su padre lo lleva a la morgue para reconocer un cadáver. Estas fueron las épocas más felices de su vida, pero después de esa felicidad casi perfecta, vendría la desgracia; la trágica muerte de su hermana Martha de tan solo 16 años, una joven llena de vida y como lo dice el autor “era la estrella de la familia”; Abad nos cuenta los días trágicos por los que atravesaba la familia con el cáncer que padecía su hermana, y como después de su muerte la vida de la familia se partió en dos, y como después de  este acontecimiento su papa se comprometió aun mas con el compromiso social. Pero quince años después, el 25 de agosto, en la tarde mataron a su papá. Abad recuerda con gran melancolía como el lunes 24 de agosto de 1987, llamaron a su papá de una emisora radial a decirle que lo iban a matar ya que su nombre aparecía en una lista de personas amenazadas la cual decía: “Héctor Abad Gómez: Presidente del Comité de Derechos Humanos en Antioquia. Médico auxiliar de guerrilleros, falso demócrata, peligroso por simpatía popular para elecciones de alcaldes en Medellín. Idiota útil del PCC-UP”. 
Tres meses después de la muerte de su padre hubo un comité para la defensa de los derechos humanos y como en el discurso que Abad dio fue un símbolo de derrota; y como todos estamos condenados al polvo del olvido, como decía Borges <<ya somos el olvido que seremos>>.

A partir de todo lo expuesto en esta reseña podemos concluir que este libro está lleno de todos los hechos que para el autor lo hicieron ser feliz, pero  también el dolor que dejo la ausencia definitiva de su padre cuando lo mataron; a opinión propia este libro para el autor es una forma de desahogarse y de mostrarle al mundo la injusticia que se cometió con su padre y como la ignorancia de tanta gente termino con muchas vidas en años llenos de violencia. A través de la historia el autor resalta y conmemora la figura de su padre con mucha admiración y respeto que nos enseña la importancia de una figura paterna en nuestro hogar,  que también es de igual relevancia como la de una mamá.

Hecho Por: María Camila Rojas y Paula Adriana Villegas.

domingo, 22 de mayo de 2011

Informe de lectura de el capitulo 26

Capitulo 26
El Olvido Que Seremos
Pág. 145 a 150.


Héctor Abad Faciolince. Escritor y periodista Colombiano, Nació en Medellin en 1958. Inició estudios de medicina, filosofía y periodismo en su ciudad natal, ninguno concluido. Finalmente estudió lenguas y literaturas modernas en la Universidad de Turin. Se desempeñó como columnista de la revista semana, hasta abril de 2008 y a partir de mayo de ese mismo año se reintegró al ahora diario El espectador como columnista y asesor editorial.
Género  Narrativo, donde describe exactamente situaciones de su contexto familiar
En el presente texto el autor plantea como tema central la felicidad la cual toco a su familia y donde describe esas situaciones de felicidad, toda la familia estaba bien y tenían vidas sanas y triunfantes.

La finalidad del autor es explicar y convencer acerca de esos motivos de felicidad que muchas veces no vemos y que tenemos que disfrutar; describe profundamente cada detalle de los sucesos en tiempos de paz y de agrado.

 Acerca de este capítulo se evidencia que el autor llego a un momento de su vida en el cual agradece cada momento vivido y que para él es imposible olvidar cada particularidad de los tiempos buenos. Admiro la forma en que el establece la paz en sí mismo y su sabiduría.

Héctor cuenta que su papá llega de Asia para jamás volver a irse y acerca de los días que pasaban en familia en la finca que le regalo el tío Luis donde montaba un caballo llamado Amigo que le obsequio su papá; describe como la manera que se lo entrego fue un mensaje de  vida de que la felicidad esta siempre en un equilibrio peligroso que en ese momento se lleno de dolor al haberse bajado del carro y machucarse los dedos.
Cuenta como sus hermanas eran las más bonitas del barrio Laureles y esas épocas de adolescencia y primeros amores que perturbaron sus vidas llenándolas de serenatas. Hasta que resume como Vicky se caso y termina diciendo que llego la hora de contar la muerte de Marta.

Ahora bien, el autor dedica este capítulo a esos momentos de felicidad que vivió antes de la muerte de su hermana Marta y nos deja claro el mensaje de valorar la felicidad en el instante que se deba para después poder decir con agrado que fuimos felices y tuvimos lo que quisimos.

viernes, 20 de mayo de 2011

Texto Comparativo.

El Olvido que seremos- Camino

Amor Fraterno


Este escrito es un texto comparativo acerca del libro El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince y la película Camino dirigida por Javier Fesser donde relacionamos el tema del amor fraterno.

A través de las dos historias se evidencia la preferencia de los hijos hacia sus padres y no a las madres como lo es generalmente, los personajes encuentran en su padre el ejemplo claro de confianza, el apoyo necesario para perseguir un ideal.

En la película la protagonista Camino se enamora por primera vez y se enfrenta a una grave enfermedad  mientras que en el libro el protagonista quien es el que narra la historia cuenta como crece de la mano de su padre y reconoce durante todo el tiempo lo importante que fue en su vida. Aunque las dos situaciones son totalmente diferentes en Camino se toca muy profundamente el tema de la religiosidad y la protagonista encuentra en su padre desahogarse de la presión de su madre quien es una fanática que agota a su hija con el tema, en El olvido que seremos también se toca este tema pero enfocado al ámbito político, Héctor Abad Faciolince cuenta como los miembros de la iglesia católica cometen injusticias y dan falso testimonio por el hecho de tener un pensamiento intransigente  en todas las Materias, el papá de Héctor Abad era para el un Héroe esa figura que se tiene sobre los padres en la infancia para el lo es toda la vida.

En las dos historias se presenta la muerte de una forma agonizante, en Camino la protagonista sufre paso a paso la muerte y en El olvido que seremos Marta la hermana de Héctor también muere de cáncer, el padre representa en ambos casos perseverancia. En Camino el padre permanece siempre al lado de su hija apoyándola dándole fuerzas entendiéndola viviendo por una sola razón y es la fe tan inmensa que le tuvo a su hija durante su enfermedad; en El olvido que seremos el padre le brinda a su hijo todo lo que necesita para vivir mas allá de un sustento los mejores consejos y le enseño a creer en el mismo a luchar por la justicia y eso marca al protagonista.

Las dos historias terminan resaltando la memoria de los padres y de lo importantes que también pueden llegar a ser en la vida de un hijo y que ese amor alcahueta nos enseña tanto como los golpes y los regaños a ser personas con virtudes adquiridas desde la infancia.

jueves, 19 de mayo de 2011

Reflexión del juego y el cortometraje.

En este texto vamos a hacer una comparación acerca del juego Every day the same dream y el cortometraje El empleo de Santiago “Bou” Grasso buscando la relación en los temas que tratan.
(Anexo los links del juego y el cortometraje)

En una simple rutina, el cortometraje nos muestra como día tras día se utiliza a las a personas como simples objetos y cada vez con mucha más frecuencia como es evidenciado durante todo el cortometraje donde las personas prestan servicios inconscientes a otras  de una manera absurda y también en el juego donde en el momento en el que el jugador llega al trabajo se muestra muchas personas haciendo lo mismo cada día. La sociedad busca por sí sola vivir esclavizada para alguien por el hecho de tener con que subsistir; es así como, para llegar a tener un sustento solido, se pasa por encima de muchas personas, el problema es concientizarlas de los limites a los que se puede llegar por conseguir un empleo, o algo que nos pueda medio mantener.

Sin embargo, seguimos creyendo que el dinero es el único medio de felicidad y buscamos tener lujos por encima de lo que sea ahora bien, muchas personas actualmente se lucran y obtienen poder, desacreditando aceleradamente la vida del obrero que no posee ningún privilegio, solo el de trabajar toda su vida para en realidad enriquecer a otros.


 Links.

Poema Rayuela- Capitulo 68 de Julio Cortazar


Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sústalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfia.



Modificación

Apenas él le acariciaba el cuello, a ella se le exaltaba el corazón y caían en tentación, en salvajes pensamientos en indomables pasiones. Cada vez que él procuraba contemplar las suavidades, se enredaba en un palacio quejumbroso y tenía que aprisionarse de cara al abismo, sintiendo como poco a poco las caricias se estremecían, se iban acogiendo, fortaleciendo, hasta quedar tendido como el cielo de fuego al que se le han dejado caer unas almas de desenfreno. Y sin embargo era apenas  el principio, porque en un momento dado ella se ruborizaba los labios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus desvelos. Apenas se reflejaban, algo como un cosquilleo los encontraba, los despertaba y estremecía, de pronto era el abrazo, la timidez desatada de las pasiones, la extremada locura del momento, los colmados del deseo en una anhelante cordura.  ¡Silencio! ¡Silencio! Condenados en la cresta del desenfreno, se sentían deleitar, profundos y embriagados. Temblaba el amanecer, se vencían las soledades, y todo se pintaba en un profundo placer, en palabras de escondidas noches, en contrincantes casi crueles que los desbocaban hasta el límite de las entrañas.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Cuento

Los niños en otro mundo.


En Marte y en Plutón existían dos seres los cuales eran llamados Golita y Frito, Golita era uno de los mas lindos de este planeta y Frito era el más malvado, siempre hacia bromas pesadas mientras que Golita solo hacia cosas para el bienestar de las personas. Frito era malvado y siempre hacia travesuras.

Hasta que un día se les apareció un ángel llamado Germán, el les enseñaría todo sobre magia y como convertirse en seres puros llenos de bondad a los cuales nada les sería imposible, ellos tenían crestas de Gallos y entre más altas mas era su poder, pero no solo eso luchaban con puñales para poder ser los lideres, se mataban entre si y hacían caldos de menudencias que después se bebían para ser más grandes y fuertes y así tener mas poder que los demás, este caldo era preparado con pizcas de amor y mucha sustancia para que esa energía llegara a ellos.

Un buen día Carlos salió a caminar y se encontró con unos hongos los cuales comió y se puso muy mal para aquellos que saben de los efectos secundarios estaba llevado solo pensaba en comer Hongos y en lo bello de su estado.

Porque los hongos eran ricos y ellos comieron y comieron hongos lo que ellos no sabían de estos hongos era que sus compuestos eran nocivos para la salud, entonces los trasladaron al hospital de Kennedy allí los destinaron a desintoxicarlos, pero era muy tarde por que habían caído en el vicio y no podrían salir de esto, al salir de esto en lo único que pensaban era en consumir hongos, finalmente los niños de otro mundo murieron en un mundo de vicio.